Gris manantial
Gris manantial
Sentado en una silla hecha a medida
(con la misma madera
tal vez
con la que se hizo la cruz de Cristo)
espero como un reptil las horas,
en el viejo cuchitril del tiempo.
La ropa por ahí
como escombros la felicidad sombría, altanera
incompartida
la madeja de silencio en el estómago
el laberinto de yo mismo
la habitación cerrada
donde el ocaso se cuela en el piso de madera,
a veces como esperanza
otras como amenaza.
En el armario las puteadas inhibidas por la educación
el respeto censurado por la investidura
la cloaca, el claustro, los cementerios
el terreno prometido, el pais ajeno
la lotería de los domingos, el anacronismo de los sentimientos
los santos, los vagabundos
toda falta de amor propio.
La cobija del asesino
la guitarra del violador
la métrica, la vara
el cinturón de la vieja
la oscuridad y su inteligencia
las ciencias, los moderados, los moradores
los idiotas, los crotos
la mirada en algún lugar
cuando no se está en ningún lugar.
El sustantivo sin verbo
el cáncer, la baba en las heridas
lo uno y lo otro
mezclado, confundido
con exacta promiscuidad.
Las mujeres, la mujer
el mañana carajeando el ahora
Tanto por decir
que hablar resulta poco
el día largo del verano
el vientre abundante en el espejo
la amistad en el capitalismo
un poco acompañado
un poco vigilado.
La noble tristeza golpeada
por la monstruosa alegría
el no querer mirar la propia ceguera
las damas, los caballeros
los malandras de la vuelta de casa
la ropa a medida, el huevo duro
la papa negra
jesús en los trenes
expirar entre los tuyos
y las cucarachas,
aprender a reír a la fuerza.
Las ganas de matarse en el medio de la avenida
la sangría de los pibes en la esquina
la joven cerveza de los adultos
las mesas chuecas de las discusiones sin solución.
Los árboles que tiemblan en la noche
mientras vuelve espantado de sí mismo
el propio yo
en su imposible retorno a lo que creyó
que sería.
El olbligado aspecto saludable
la siniestra melancolía de diciembre
la toalla en el piso
el intento de vivir
el fallido corazón de las cosas
el ultraje
la cicatriz que no se forma
la realización personal
el estupro de los sueños
la violencia de los proyectos
lo hecho y desecho
el hacer memoria en la memoria
encontrar olvido y nacer memoria
amar por momentos
aunque el suelo nos trague
y no quede más que la sombra de la luna
en el cielo.
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