Edén de abismos
Este campo reducido, minado por espinas
este deslizamiento curvoso que resbala en una sábana.
Este estar tan repleto.
Este chimpance ciego que trepa desde el fondo de mí mismo,
desde los tiempos helados.
Mira por mí esta sangre que a veces dudo si es sangre.
Nunca vi la sangre correr dentro de las venas.
No me sirve para nada (la mala nada) la fe abstracta.
Ni los campazazos hacen retornar los sentidos. Mucho menos resaltarlas.
Una meseta con chillidos, lamentos de cuchillos
gargajos de verdades en el centro de la mente.
¡Edén de abismos!
¡Náusea privilegiada estar vivo!
¿Cómo ser uno con el viento y aprender su oficio?
Caminar la caída quieta, permanente
secarse en el manantial quieto
gota paso gotas de paso
¿Yo elegí esta forma de no vida por amor a la vida?
Bajé los muñecos de la repisa del cielo
y me quedé entre aullidos.
¡Edén de abismos!
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